En una entrevista en una radio de este nuestro bosque las
ardillas pudieron oír las palabras de esta águila, pero por si acaso se les
paso he aquí un pequeño resumen, breve e intenso que deja encarado el paso a las
opiniones de cada ardilla. A las águilas no les gusta que las ardillas opinen, “no
están calificadas para hacerlo”, pero nosotros sabemos que somos dignas de
escucharlas.
- · “El cuervo está demandado por la sociedad”. Aquí falta una pregunta ¿la sociedad lo juzgará con prisión?
- · A la pregunta de ¿cree que el despido del cuervo fue improcedente? Contesto: “Decida usted, la portavoz de las águilas habla de hechos concretos, el cuervo no”. ¿Y el Ministerio de Trabajo “remunerados” qué dice?
Después de estas respuestas concretas a preguntas
abstractas, la reacción es complicada y puede llegar a ser difícil de
comprender. Me gustaría tener la capacidad de hablar de las águilas “saber
hablar sin decir nada”. Se puede notar claramente que pertenecen a una especie
superior, las tenemos volando por encima de nuestras cabezas.
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