dissabte, 2 de març del 2013

El maíz del cuervo


Una parte de las ardillas del bosque habían oído de la complejidad del argumento de uno de los libros inacabados por el momento. Muchas de ellas se habían perdido con su argumento, las que lo habían llegado a entender se tuvieron que hacer resúmenes y esquemas de los primeros capítulos, el libro es “Juego de Tronos”. Mas ninguna se imaginaba la complejidad de la vida de los animales voladores, es en este caso que C&C (Chip y Chop) leyendo el diario solos se pierden y deciden comentar las noticias entre ellos para así poder sacar el agua clara o intentarla sacar.
  • -          ¿Qué lees? – le pregunta Chip a Chop.
  • -          Recuerdas que hace unos días te conté que quería ser contable – Chip afirma ante las palabras de Chop –. Pues estoy mirando el por qué las principales empresas de auditoría de este nuestro bosque, algunas no son autóctonas, no quieren auditar al NidodeÁguilas.
  • -          Esa la sé yo – responde Chip a la no pregunta –. En principio las cuentas ya están revisadas por un órgano superior del bosque.
  • -          ¿Órgano independiente? – pregunta Chop, mientras Chip levanta los hombros.
  • -          En teoría sí, a la práctica sólo lo saben los animales que cazan a las águilas. 
  • -          Lo más gracioso es que está norma está desde hace muchos veranos.
  • -          ¿Has leído lo que le han hecho o lo que ha hecho el cuervo? – pregunta Chip.
  • -          ¿Lo de la demanda colectiva de las águilas? – responde Chop con otra pregunta.
  • -          Sí y no. No estoy hablando de que el líder de las águilas no presente la demanda a título personal sólo se junta a la colectiva – dice Chip –, estoy hablando del follón en su antiguo Nido en NidodeÁguilas.
  • -          Me quieres decir que el cuervo, el repudiado de NidodeÁguilas, sabía que le habían tocado su antiguo Nido – añade Chop.
  • -          Sí, mas lo más divertido es el complemento que le has puesto a despacho.
  • -          ¿Antiguo? – pregunta dubitativamente Chop.
  • -          A parte de cómo ha conseguido la información, es su antiguo despacho, ya no es suyo, según mi punto de vista, vuelve a ser de las águilas.
  • -          Y por lo tanto pueden hacer y deshacer en su hogar lo que quieran.
  • -          Y creo que lo hacen – añade Chip.

divendres, 1 de març del 2013

¿Y las preferidas qué é é?


Uno de los buitres, dirigente del banco nacionalizado del bosque, decide hacer una conferencia para comunicar los resultados. Nuestros amigos Chip y Chop para no variar llegan tarde, quedándose de pie en el fondo de la sala.
  • -          La entidad que dirijo, es la única que puede devolver las ayudas públicas que ha recibido – dice el buitre mientras las ardillas lo vitorean.
  • -          Por supuesto – comenta Chop –. Sólo tiene que devolver 22.424.000.000 bellotas.
  • -          Ahora te dirá que lo puede hacer en un par de años – añade Chip.
  • -          Tendremos que callar y escuchar – dice Chop poniendo cara seria –. Esto promete.
  • -          Lograremos devolverlas con una gran rentabilidad – ante las palabras del buitre los dos amigos se miran, mientras les sale una sonrisa en el rostro –. Nuestro objetivo es  que a finales del 2014 ó 2015 podamos dar una alternativa real para que las águilas puedan poner valor a su participación.
  • -          Ignorémoslo y comentemos sus últimas palabras – comenta Chop –. Una gran rentabilidad: ¿significa un tipo de interés superior a los del bono a 10 años? – Chip mueve la cabeza de Nueva York a Florida –. El bono ahora está a.
  • -          Amigo a 10 años ofrecen obligaciones – rectifica Chip a Chop –, pero los nombres no importan 5,40%
  • -          Los intereses como mínimo el primer año serían de 1.210.896.000 bellotas, bonita cantidad, eso sería en 2013, los siguientes años podría bajar dependiendo de la cantidad amortizada el primer año.
  • -          Creo que esos buitres no se han enterado, los dirigentes del bosque dijeron que eran pérdidas, por lo tanto consideran que ese dinero lo tiraron a la basura. Vuelve a hablar, seguro que dirá algo importante ¿o no?
  • -          Nuestra empresa ha tenido una fuerte transformación haciendo que sea un grupo saneado, solvente y muy líquido – a Chip y Chop les cuesta aguantar la risa –, ahora toca ser rentables.
  • -          Es un reto muy elevado – añade Chip.
  • -          Ahora me viene a la cabeza – comenta Chop –. Sabes que con la ampliación de capital que quieren realizar puede que el valor en bolsa sea 100 acciones por una bellota – Chip mira con cara de incredulidad a su compañero –. Sería uno de los valores más bajos. A  día de hoy, creo que son 3 acciones la bellota.
  • -          Pues solo que se llegase a ese valor por cada bellota puesta podríamos conseguir 33 bellotas, eso promete.
  • -          Recuerda que estamos ante una suposición. No sabemos el valor que tendrá luego de la ampliación de capital.
  • -          Te has enterado, han perdido depósitos.
  • -          Es que seguro que mucha gente conoce a alguien al que están haciendo sufrir con las preferidas. Eso provoca que se quiera marchar, que no se tenga ganas de estar en esa entidad.
  • -          Ahora que mencionas las preferidas, ese buitre no las ha mencionado en ningún momento. Dice que devolverá el dinero que le ha dejado el bosque, ¿y las preferidas qué é é?

dijous, 28 de febrer del 2013

La conferencia del Pichón


Esta vez en la reunión general del bosque el interlocutor no es el águila ni uno de su familia, es el jefe de los buitres, él que los tendría que controlar que no hicieran desastres, especulasen u otras cosas peores, el pichón. Nuestros amigos Chip y Chop para  no variar llegan tarde y se sientan en última fila para poder comentar con tranquilidad la jugada, lo que dice el conferenciante.
  • -          La recolección de bellotas, bayas y otros frutos que se pueden encontrar en este nuestro bosque – dice el pichón –, no puede contar aún con el impulso de la inversión y el consumo interno suficiente como que para que la recolección avance en el primer trimestre del año.
  • -          Creo que hoy lo he captado Chop – comenta Chip –, como trabajamos, pero aún no hemos recuperado la capacidad adquisitiva (número de bellotas), no consumimos lo suficiente. Que nos den el crédito con más facilidad.
  • -          Creo que dejarte el libro “Tú también puedes entender a las aves” está produciendo sus beneficios – añade Chop.
  • -          Una prolongación del tono contractivo de la actividad – dice el pichón, provocando que Chip levante las cejas –, en un contexto de marcada atonía de la demanda interior – Chip hace cara de hacer oído las palabras, pero de no haberlas escuchado.
  • -          Que seguiremos en crisis – añade Chop –. Me ha parecido entender que daba la culpa a los habitantes de este nuestro bosque, lo habré entendido mal.
  • -          La información más reciente del mercado de trabajo apunta a una estabilización del ritmo de caída del empleo – Chip vuelve a hacer mala cara por las palabras del pichón –, aunque en tasas todavía muy elevadas.
  • -          Aún no tienes el nivel suficiente “estabilización del ritmo de caída” continuará cayendo el empleo al mismo ritmo, no empeorarán ni mejorarán los porcentajes – comenta Chop.
  • -          Sabes que leí amigo mío el otro día – comenta Chip –, que ahora es más difícil que nos concedan un crédito.
  • -          ¿Más difícil todavía? – pregunta Chop.
  • -          Pero solo en este bosque, a nivel de la CBELC es más fácil que aquí.
  • -          Leíste mal la noticia, yo también lo leí, ponía “ligeramente inferior”
  • -          Nos putean, pero hemos de estar contentos porque a los vecinos de bosque los putean de una forma ligeramente superior – Chop afirma con la cabeza a las palabras de Chip.
  • -          Te olvidas de un detalle, son salvadas con dinero de todos – comenta Chop.
  • -          También les habremos de felicitar, por el interés que nos ofrecen en sus depósitos de bellotas.
  • -          Lo que tendríamos que hacer el pedirles al hacer un  depósito lo que ellos piden para concedernos un crédito.
  • -          Amigo, me encanta hablar contigo – dice Chip –, pero ahora tengo que marchar.
  • -          A pasar un buen día con la que nos cae.

dimecres, 27 de febrer del 2013

El águila economista


Una de las águilas, la que se dedica de la economía en el bosque organiza una asamblea para hablar de cómo va la recolección de bayas y bellotas y como irá en los siguientes años. Chip y Chop llegan una vez la asamblea ya está empezada y se colocan en última fila.
  • -          A partir de ahora, juntaremos el compromiso que tenéis vosotras las ardillas en la consolidación fiscal – dice el águila y Chip mira a Chop
  • -          Continuaremos pagando los mismos impuestos o más – dice Chop a Chip.
  • -          Sera posible y positivo que lo realicemos durante los próximos meses – añade el águila.
  • -          Nos seguirán puteando – dice Chop  sin mirar a su amigo e imaginándose la cara de no entender.
  • -          La prioridad es combinar recortes de impuestos con esfuerzos de consolidación fiscal – comenta el águila.
  • -          Recortes – dice Chip – ¿Quiere decir disminución? – Chop responde a la pregunta moviendo la cabeza de norte a sud - ¿Nuestros?
  • -          En ningún caso ha definido de quien – responde Chop a su amigo –, puede ser que tengamos esa suerte ¿o no?
  • -          En 2013 la propia Comisión de Bosques de Este Lado del Charco (CBELC) ha indicado que este nuestro bosque no tiene que tomar más medidas adicionales.
  • -          Tienen una bola de cristal – comenta Chop a su amigo –. Estamos en febrero y pueden saber cómo irá todo el año, los 10 meses que quedan.
  • -          Para el 2014 y más adelante – añade el águila y Chop mira a su compañero en plan “lo que yo te decía” –, este nuestro bosque tendrá que presentar y discutir con sus socios  en la CBELC la senda fiscal para el futuro.
  • -          ¿Ayudar a los grandes y molestar a los pequeños? – pregunta Chip y su amigo le afirma.
  • -          Estoy seguro de que la consolidación fiscal en el futuro será muy sensible en términos de no tener efectos negativos para la perspectiva de crecimiento – dice el águila dejando a la gran mayoría de ardillas con la boca abierta.
  • -          ¿Y significa? – pregunta Chip a su amigo Chop
  • -          Pues lo que dicen las palabras, que la CBELC hará una política fiscal igual para todos los bosques que integran la comunidad – comenta Chop con problemas para aguantarse la risa –. También podría decir que tendrán el mismo trato empresas nacionales como internacionales, grandes como pequeñas.

Las dos ardillas se ponen a reír mientras el águila economista va abandonando su atril.               

dimarts, 26 de febrer del 2013

Chip y Chop


La ardilla Chip ve a su amiga la ardilla Chop concentrada en el estudio de unos libros, libros que a Chip le resultan pesados, básicamente por sus lomos recios.
  •         ¿Qué haces Chop? – pregunta Chip mientras mira las letras de los libros y se sorprende al ver una calculadora al lado de los papeles.
  •         Estoy estudiando – responde Chop mientras Chip se pone a reír –. Estoy estudiando unas cosas muy entretenidas siempre que se piense a largo termino.
  •         Me estás intrigando – dice Chip nervioso.
  •         Estoy estudiando contabilidad y fiscalidad – responde Chop, mientras ve como su amigo levanta las cejas –. Es entretenido una vez lo apliques – ve otra cara rara de su amigo –. ¿Te tengo que explicar toda la historia?
  •         Sí, pero que sea entretenida.
  •         Se hará lo que se podrá. Sabes que existe tierra al otro lado del gran charco que hay en el bosque – Chip afirma ante las palabras de Chop –. Pues en esas tierras hay empresas.
  •         Tampoco te pases de listo ahora – comenta Chip con la sonrisa puesta.
  •         Seguro que tienes algún producto de alguna de esas empresas.
  •         Mi Caifone, es Cherry – en la parte posterior se puede ver una cereza mordida.
  •         Buen ejemplo, ¿sabes a groso modo cuanto han de pagar de impuestos las pequeñas empresas de aquí.
  •         A groso modo, una tercera parte del beneficio – responde alegremente Chip.
  •         Respuesta correcta, pues las grandes empresas del otro lado del charco no llegan ni al 2% – a Chip se le levantan las cejas y se le abre la boca sorprendido por las palabras de su amigo –. Tranquilo, hay más cosas, por eso estudio esta asignatura tan agradable. Pues la marca ha obtenido este año pérdidas en este bosque – Chip coge el teléfono e intenta tirarlo hacia un árbol, mas su amigo lo detiene –. Otro día te explico la calidad de nuestra red de telefonía, pero no lo tires.
  •         Con estas palabras me quieres decir que: el panadero paga unas quince veces más de impuestos que las grandes compañías del otro lado del charco – Chop afirma con la cabeza ante las palabras de Chip –. Que estafe lo que quiera, nunca podrá llegar a los niveles de esas empresas.
  •         Te dejas un detalle, a nosotras, las ardillas de pie de árbol nos aumentan los impuestos ad valórem – comenta Chop – que ahora está en el 21% y subiendo. Pero si me aprendo la normativa y llego a saber si los gastos se apuntan en el debe o en el haber puedo llegar a trabajar para ellos y entonces llegar a los niveles que aún que la empresa tenga los mejores niveles de ventas en el bosque de todos los tiempos; obtenga pérdidas.
  •         Chop amigo mío, tú no podrías trabajar para ellos – comenta Chip – tienes principios y a esas empresas no les gustan.

El águila y el zorro o "Cómo dejar de ser águilas"


Esta el zorro andando tranquilamente por un prado de brotes verdes de hierba, soleado y con una agradable brisa fresca. Justo cuando está en medio, le aterriza delante el águila, nuestra amiga ya conocida.
  • -          No creo que pueda entender nunca tu forma de elegir sitios – dice el zorro.
  • -          En un lugar donde nos pueden ver y no oír, ¿qué problema encuentras? ¿No hemos de debatir para las ardillas? – contesta el águila con preguntas a la no pregunta del zorro.
  • -          Pues entonces, ¡buenos días! – saluda el zorro con una sonrisa. Al águila no le acaba de gustar la sonrisa.
  • -          Buenos días, ¿sobre qué hemos de hablar? – pregunta el águila.
  • -          Buenos días, sobre nada – responde el zorro, mientras el águila le hace una reverencia con la cabeza.
  • -          Veo mi error, te felicito por haberlo reconocido, dame el placer de reformular la pregunta; ¿sobre qué hemos de aparentar hablar? – el zorro le dedica una sonrisa.
  • -          En primer lugar, te tengo que felicitar por la cortina de humo que has creado. Nadie está pendiente de este nuestro debate. En segundo lugar es comentar el “Pacto anti corrupción” – los dos animales se ponen a reír –. Me parece que compartimos punto de vista.
  • -          Joven amigo – dice pausadamente el águila –, lo que compartimos  es visión.
  • -          La misión de mirar hacia otro lado – los dos animales vuelven a reír.
  • -          ¿Tienes el pacto de los animales a cuatro patas listo? – pregunta el águila.
  • -          Siempre y cuando tengas el de las aves preparado. Por cierto no acepto el tuyo – responde el zorro.
  • -           Creo recordar que tampoco he aceptado el tuyo – añade el águila.
  • -          Por lo que te felicito es por la idea de “presentar” la declaración de renta – dice el zorro.
  • -          Pues yo te felicito; la idea del cuervo en el semicírculo del bosque es sublime. Tendrías que ver lo felices que hace a las ardillitas.

Una vez los dos animales, han hablado de ese tema y de otros, todos ellos sin previo acuerdo, deciden marcharse cada cual por su lado y realizando un gran esfuerzo para esconder la sonrisa de felicidad en sus rostros. 

dilluns, 25 de febrer del 2013

El trabajo de la ardillita



Nuestra amiga la nueva ardillita se dirige al río con las manos en los bolsillos, silbando. Cuando al fin llega al río se encuentra a una mamá-ardilla (MA) limpiando unas telas.
  • Buenos días - saluda la ardillita con educación a mamá ardilla.
  • Los jóvenes de hoy sois unos mal educados - dice MA. Mientras que nuestra amiga ardillita la observa -. Os pasáis todo el día de fiesta - la ardillita observa las callosidades en sus manos -, no hacéis nada para ayudar a los demás.
  • Tienes razón mamá ardilla - comenta la ardillita -. Nos vamos a dormir tarde, nos cuesta levantarnos, somos unos desagradecidos que no sabemos saludar.
  • Lo que yo digo, encima llenos de desfachatez, reconocen sus fallos.
  • Ahora le tendría que decir que al ir con la sonrisa y de buena onda es por ignorantes - MA afirma.
  • Encima reconoces lo que no haces.
  • Se equivoca mamá ardilla. Sé perfectamente lo que no sé y ahora sé que usted no me entiende. Puede haber jóvenes que no trabajen y tampoco estudien, los NINIs, pero no todos somos de esos.
  • Es que yo hablaba de esos y tú te has dado por aludida - son las palabras que utiliza MA para defenderse, pero obtiene la negación. La negación que le hace la ardillita con la cabeza.
  • No es verdad, los dos lo sabemos. Ha sido usted la que en lugar de saludar ha criticado - MA intenta recordar cuales han sido las primeras palabras que ha cambiado -. Son muchas las ardillas con carreras universitarias, ese sitio que usted no ha pisado, que no encuentran trabajo respecto su formación. Habiendo de finalizar en algún local de comida rápida. 
  • Eso debe de ser por no saber buscar el trabajo en el sitio idóneo.
  • Eso es porque las empresas no te aceptan si hace más de dos años que has finalizado la carrera y no te quieren cuando no llegas a los dos años de experiencia laboral - MA se queda sorprendida ante las palabras de la ardillita -, pero sabemos un secreto, ¿quiere conocerlo? - MA afirma con la cabeza -. La sonrisa hiere más que la mala cara - MA hace cara de no entenderlo -. Cuando hay gente que te quiere ver hundido regala una sonría es lo que más les molesta, aparte a ti te ayuda. Que pase un buen día - dice la ardilla justo antes de abandonar la cuenca del río.



No lo haré normalmente, pero esta entrada va dedicada a toda esa gente que critica por ignorar como están los otros

diumenge, 24 de febrer del 2013

¿Cortina de humo?


La ardillita iba paseando tranquilamente por el bosque con la tripa bien llena ya que había encontrado una zarza con unas deliciosas moras. Cuando oye dos voces en la lejanía, una de las voces la sabe identificar con su amiga el águila, mas la otra le resulta desconocida, espantosa y desconocida. Se queda un rato quieta en el sitio, meditando; pensando que es lo más correcto que puede hacer, pero al final se olvida de lo que es o no correcto y decide ir a ver, mejor dicho, ir a oír.
  •           Bueno, bueno, bueno. Amigo mío te tengo que felicitar – dice el águila mientras se acaricia las plumas de debajo del pijo.
  •           El objetivo del contrato era ese ¿o no? – contesta otra voz, la ardilla se acerca para mirar al que le pertenece y ve un cuervo.
  •           Sí, era que miraran hacia otro lado – contesta el águila –. ¿Sabrás librarte de la ofensa pública?
  •           ¿Sabes tú volar? – oye como grazna el cuervo al águila, justo antes de entrar los dos en el mundo de las risas siniestras –. Lo que se ve raro, es que me tuvieras trabajando para ti hasta hace cuatro días.
  •           No quería buscar tu altruismo – las dos aves vuelven a reír –.  Siempre puedo decir que hay muchos carroñeros en la limpieza del bosque y alegar no conocerlos a todos personalmente – a la ardilla se le empieza a helar la sangre, sabe que la conversación que está escuchando, no la tendría que oír –, sería una faena realmente espantosa y difícil.
  •          Mientras eres el centro de las miradas, puedo hacer y deshacer a mi gusto – comenta el águila mientras el cuervo mueve la cabeza en señal de afirmación –. Al acusarte, ya no piensan en los recortes salariales, si los tuviese que nombrar todos no acabaríamos nunca, ya sabes por donde voy – al escuchar estas palabras del que creía su amigo la ardilla da un paso hacia tras pisando una rama seca de entre la hierba que rompe.
  •          ¿Has oído? – dice el cuervo mientras levanta el vuelo.

El cuervo se pone a buscar con vuelos bajos al que ha pisado la rama, cuando para justo delante de la ardilla. La ardilla empieza a temblar, retrocediendo lentamente, hasta llegar a lo que cree la firmeza de un tronco. Mira hacia arriba y ve el pico del águila abriéndose encima de ella.