dilluns, 22 d’abril del 2013

Hámster pequeñito

Una tranquila mañana de lunes se encuentran Chip y Chop, la temperatura ha variado y han dejado de estar en verano cuando comentan una noticia.
-        Buenas Chip, ¿qué tal los días pasados? Por lo que veo aún sigues vivo
-        Y más delgado, tengo dificultades para pagar la rama del árbol.
-        Claro, al ser votante de las águilas dejas de comer, vigila que si estás más delgado puede ser que no se te coman.
-        Las águilas son vegetarianas, recuérdalo.
-        En lugar de recordarlo me lo creeré. ¿Te has enterado que quieren cambiar su dieta? – Chip levanta las cejas ante la pregunta de Chop.
-        ¿Cómo?
-        Pues eso, que han ido a visitar el sureste del bosque de hámsters.
-        ¿Tan lejos han ido? En lugar de realizar el largo viaje hacia el oeste como el niño con cola han hecho el viaje hacia el este. ¿Qué han hecho?
-        Un intercambio institucional, es que cada vez hay más ratitas pequeñas en este nuestro bosque. Es que casi tienen más libertades que nosotros.
-        Y yo me lo creo.
-        He dicho casi, ellos no tienen sindicatos, nosotros los tenemos comprados – Chip afirma –. Tienen una sanidad tradicional, nuestra tradición de “sanidad pública y igualitaria” se va al garete. En la construcción también tienen ciudades fantasma como aquí.
-        Visto así aún tendremos cosas en común.
-        Las águilas en ese país suprimieron las embajadas de los subbosques que hay en este nuestro bosque, tenemos casi la misma libertad.
-        Aquí aún no nos hemos de pagar la bala.
-        Todo llegará, todo llegará.


Dedicado a la Pija y la Escapista, que ellas ayudaron a despertar mi lado creativo

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