La reunión (I)

Es un texto de hace dos años más o menos o incluso tres, las noticias son demasiado deprimentes para comentarlas y hoy he cambiado de temática. En pocos días añadiré el capítulo II y final, disculpen mi vagancia.

Un extraño grupo se había formado dentro de aquella sala. Un grupo del cual sus miembros nunca reconocerían su existencia, ya que estaba escrito así en sus estatutos, que hábilmente uno de los muchos abogados que lo componían había redactado y los demás firmaron a gusto, para su siguiente y final destrucción. Era un grupo singular, formado por:

• 5 políticos, según como se mirase se podría decir incluso 6
• 2 banqueros, uno con mayor suerte que el otro, mas con inferior cantidad de gomina.
• 1 ex presidiario, con su traje y bien peinado, siendo que el Tribunal Supremo le receto 20 años, por buena conducta y por ayudar a sus compañeros en temas fiscales obtuvo una merecida reducción.
• 5 licenciados en derecho, siendo la carrera elegida por algunos político, pero no por todos.
• 2 doctores, uno con capacidad y permisos para recetar, el otro sin ellos, ya que es doctor por el nivel de estudios, pero no por los estudios elegidos.

Estos eran los 7 miembros del singular grupo. Si llegan haber estado más hacia el oeste en lugar de tan cerca del meridiano 0, podrían ser los Siete Magníficos, mas no era el caso. ¿Por qué siete? Un número primo y aún que la mayoría de sus miembros de letras eran le encontraban la gracia a ese número al ser primo y ser difícil de localizar, ya que muchos perecieron en el intento, por viejos no por otra cosa. ¿Por qué esa cantidad?, fácil, quería su fundador un número primo, nombrado y casi explicado con anterioridad y cinco eran pocos y once muchos, por lo tanto el término medio siete.
Sorprendía ya que esa era una reunión excepcional, se habían podido reunir todos los miembros y era extraño. Eran personas muy ajetreadas en sus campos, que les pedía plena dedicación y eso sólo era una reunión para no encontrarse solos y tener con quien compartir sus ideas plenamente, llanamente sin represarías, sin reproches. Tenían una norma importante, nada de nombres propios, ya que si los querían acusar de algo, ya que eran notables en la sociedad, no pudiesen. Sin futuras pruebas no se puede demostrar el delito.
El mayor de ellos era el encargado de empezar esa reunión una vez la mesa ya había conseguido una alta tasa de alcohol debido a la falta de maña de los comensales, ya que ninguno de ellos era maño.
“Como decíamos ayer” dijo el más bajito, mientras empezaba a jugar con sus gafas y observaba una disimulada sonrisa en algunos de sus compañeros de mesa, la mesa era artúrica para así poder verse los unos a los otros y no haber un líder destacado.
“Temas del día: mentiras, amores y si nos da tiempo, conspiraciones” añadió el más joven, sentado casi enfrente del mayor mientras subía sus cejas destacando el parecido así con un mestizo del planeta Vulcano o con el escorpión negro. “Mentiras, grandes mentiras dentro de la historia ya sea presente o pasada, futura es difícil ya que no se ha llegado aún”
“Llegada a la Luna” dijo el registrador de la propiedad sentado a la derecha del más joven mientras con una mano se acariciaba su blanca barba.
“Las medidas correctas con la crisis financiera que empezó en 2007 y dura hasta la actualidad, ya que se dijo que eran suficientes” dijo el que era poseedor de una lengua roja debajo de su nuez.
“Armas de destrucción masiva de Be” añadió el Doctor en químicas.
“Independencia factible” dijo el más bajito, mientras en su rostro se dibujaba una leve sonrisa.
“Mas que no sirva de precedente, crisis financiera y plan 2.000e” dijo el que estaba muy bien peinado con un gran poder de convicción.
“Hipaso” dijo el que quedaba de los nacidos en los 50 mientras esperaba que le creciera el bigote.
“Guerra preventiva” añadió el más joven provocando las risas en los otros seis.
“Y eso Zeta, como compañero tuyo de partido no quiero aceptar que eres despistado, pero no te has reído cuando ha hablado en catalán” añadió el calvo y con barba.
“Estamos en intimidad, pero ¿Es la suficiente para qué hables en catalán?” añadió el que poseía en su cabeza una gran cantidad de gomina.
“No crec”1 dijo el mayor y más bajito “amb mi no va parlar mai”2 todos rieron incluido Jotaeme, seudónimo del abogado que poseía un proyecto de bigote.
“Es un nombre, de un miembro de la escuela de Pitágoras” despejo las dudas de los demás luego de que hicieran humor a su costa.

“Creo que es el tema más ignorado, mas no el de menor importancia” dijo Zeta, para luego añadir “despeja las dudas y aclara el tema, si te place, que nosotros intentaremos interrumpirte lo menos posible” finalizó diciendo mientras tomaba un sorbo de esa bebida que poseía, siendo de color marrón claro, con sus peces flotando en ella, dichos peces no tenían la intención de existir durante mucho rato, ya que cada vez que llenaba el baso de ese líquido disminuían de tamaño.